sábado, 24 de julio de 2010

ESCUELA 'EN TODO MI DERECHO'

























Desde una aproximación histórica a los mundos juveniles, pasando por el enfoque de género y los derechos humanos se realiza la Escuela de Formación en Ciudadanía y Derechos Juveniles, como parte del proyecto Ciudadanía Juvenil auspiciado por la Unión Europea. Las sesiones se están desarrollando en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile los sábados cada 15 días a partir del 19 de junio hasta el 4 de septiembre.

1. Contexto: El Proyecto Ciudadanías Juveniles.

El proyecto “Ciudadanías Juveniles. Deseos y Derecho a Ser Sujetos de Derechos” surge en el marco de la Convocatoria realizada, durante el año 2009, por la Unión Europea para la Promoción de la Democracia y los Derechos Humanos, como parte de la política comunitaria de cooperación al desarrollo con terceros países.

El proyecto corresponde a una iniciativa que tiene como responsable principal a Fundación Ideas y como instituciones socias a los siguientes organismos: Desarrollo Rural Colchagua, Taller de Acción Comunitaria (TAC Cordillera), Servicio Evangélico para el Desarrollo (SEPADE) y Corporación Humanas. Por su parte, los destinatarios principales del proyecto corresponden a jóvenes de entre 15 y 29 años pertenecientes a agrupaciones juveniles de las comunas de Temuco, Valparaíso, San Fernando, Placilla, Cerro Navia y La Pintana,

En el contexto de la misión de Fundación Ideas en torno a la ciudadanización de la democracia, el proyecto busca fortalecer el ejercicio de derechos por parte de las y los jóvenes, así como, las posibilidades de ejercicio de su ciudadanía, contribuyendo a fortalecer nuestra cultura democrática.

De esta manera, el proyecto Ciudadanías Juveniles, tiene por propósito contribuir a la construcción y fortalecimiento de una cultura de derechos juveniles, que permita el empoderamiento de los y las jóvenes y el respeto de estos derechos por parte de la institucionalidad pública y el mundo adulto. De este modo, los objetivos del proyecto son:

a) Fortalecer la capacidad de acción de agrupaciones juveniles en seis comunas del país, a partir del desarrollo de procesos de formación y de articulación de vínculos inter-organizacionales e inter-generacionales que favorezcan la implementación de apuestas comunes en torno a la promoción de derechos y el mejoramiento de sus comunidades.

b) Promover la conversación social y el debate público a nivel de gobiernos locales e instituciones públicas en torno a los derechos humanos de los y las jóvenes.

En relación al primer objetivo, una de las principales líneas de trabajo tiene que ver con la formación para la acción. En el marco de esta línea, se está implementando la Escuela de Formación en Ciudadanía y Derechos Juveniles, con la colaboración del Núcleo de Investigación en Juventudes, del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile.



2. La Escuela.

La Escuela de Formación en Ciudadanía y Derechos Juveniles tiene como objetivo general que las y los jóvenes participantes, pertenecientes a agrupaciones sociales y culturales de las seis comunas en las que el proyecto se despliega, incrementen –individual y colectivamente- sus capacidades y/o competencias para el ejercicio de sus derechos, así como para la acción territorial, en tanto actores estratégicos del desarrollo local, siendo sus objetivos específicos:

• Que las y los jóvenes puedan conocer e integrar –individualmente y en su quehacer en tanto agrupaciones- enfoques, herramientas y marcos éticos que fortalezcan su condición de sujetos/as de derechos y ciudadanos/as.
• Que las y los jóvenes participantes puedan desarrollar sus capacidades individuales y colectivas de aprendizaje, sobre la base del aprender a aprender, el intercambio de experiencias y el fortalecimiento de vínculos colaborativos entre agrupaciones del mismo o de diferentes territorios.
• Que las y los jóvenes fortalezcan sus capacidades para el desarrollo de propuestas/apuestas comunes en torno a la promoción de derechos a partir de sus demandas y propuestas particulares, mediante el trabajo en red y el ejercicio de ciudadanía activa a nivel comunal.


2.1 Enfoque Metodológico.

"Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, enunciaría éste:
El factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el alumno ya sabe.
Averígüese esto y enséñese consecuentemente." (David Ausubel)

Metodológicamente, la Escuela se enmarca en una perspectiva constructivista del aprendizaje, lo que quiere decir, que asumimos que el aprendizaje no es un proceso que tenga lugar exclusivamente “dentro de la mente” del individuo, sino que por el contrario, es un proceso que articula al individuo con su entorno, permitiendo que el primero genere y construya sus propios aprendizajes. Bajo esta perspectiva, el aprendizaje corresponde a un proceso necesariamente social y dialógico, en el que el individuo construye sus aprendizajes de acuerdo con las situaciones de la vida cotidiana a las que está expuesto. En este marco, se destaca el papel activo de la persona que aprende, quien a través de la exploración y el descubrimiento, va construyendo sus conceptos por aproximaciones sucesivas y según un proceso escalonado de asimilaciones, acomodaciones y equilibraciones cognitivas (Porlán, 1993).

Esta reflexión se articula de una manera más específica con el enfoque de aprendizaje significativo que señala en términos sintéticos que el aprendizaje depende de la estructura cognitiva previa, que se relaciona con la nueva información . El aprendizaje significativo ocurre cuando una nueva información se conecta con un concepto relevante pre-existente en la estructura cognitiva. Esto implica que las nuevas ideas, conceptos y proposiciones pueden ser aprendidos significativamente en la medida en que otras ideas, conceptos o proposiciones relevantes estén adecuadamente claras y disponibles en la estructura cognitiva del individuo y que funcionen como un punto de "anclaje" a las primeras.

La teoría de aprendizaje significativo se ubica en referencia al sujeto. En el proceso de aprendizaje éste está llamado a ‘articular’ internamente sus conocimientos teóricos, conocimientos prácticos, valores y actitudes frente a un tema específico, para luego proceder a su desarticulación y finalmente a una rearticulación. La ocurrencia de este proceso interno se realiza en congruencia con un proceso que tiene lugar en la interacción entre el sujeto que aprende y el/la docente u otros pares. La ‘articulación’ del sujeto ocurre en el contexto de una ‘construcción’ grupal o social de un tema específico, del mismo modo que la ‘desarticulación’ y la ‘rearticulación’ ocurren en el contexto de la ‘de-construcción’ y la ‘reconstrucción’, respectivamente.
Por su parte, el enfoque metodológico retoma la noción de Freire de aprendizaje dialógico y horizontal, cuyo encuadre es de un reconocimiento/validación mutua entre docente y participantes.
Asimismo, el enfoque metodológico de la Escuela apuesta por la promoción de procesos reflexivos en las situaciones de aprendizaje, aprovechando las propias experiencias de las y los participantes como material para el análisis individual y colectivo.

En efecto, al ubicar la experiencia como elemento organizador de procesos de aprendizaje, propiciamos procesos de reflexión en la acción y sobre la acción. La primera (Schön, 1998; 1992) refiere a la capacidad de manejar y manejarse en aquellas situaciones de incertidumbre, singularidad y conflicto, cuya solución requiere de una reflexión en la acción presente, de manera de que -al pensar en lo que se hace mientras se está haciendo- podamos reorganizar lo que estamos haciendo mientras lo estamos haciendo. De este modo, nos preguntamos por lo que está aconteciendo o lo que va a acontecer, o lo que podemos/debemos hacer, o cuál es la mejor táctica, que desvíos o precauciones debemos tomar, que riesgos corremos, etc. La segunda, se refiere a cuando tomamos nuestra propia práctica como objeto de reflexión, ya sea para compararla con un modelo o diseño previo, para explicarla o para criticarla. La reflexión sobre la práctica tiene sentido para comprender, aprender e integrar lo que ha acontecido, capitalizar la experiencia y, eventualmente, transformarla en conocimientos susceptibles de ser utilizados de nuevo en otras circunstancias (Perrenoud, 2001).

En su diseño curricular –como se verá más adelante- la Escuela propone trabajar en relación a diferentes temáticas que buscar incrementar las capacidades o competencias de las y los jóvenes participantes para el ejercicio de sus derechos y para la acción territorial e incidencia local, en tanto jóvenes ciudadanos.


Ruiz Silva y Chaux Torres (2005) plantean para el caso colombiano la noción de competencias ciudadanas , las que se evidenciarían en la práctica, en el ejercicio de la ciudadanía. Esta acción ciudadana –ejercida de manera autónoma y no por imposición de otros- sería el objetivo fundamental de la formación ciudadana. Para llevar a cabo una acción ciudadana –señalan los autores- es importante tener dominio sobre ciertos conocimientos, haber desarrollado ciertas competencias básicas o generativas y estar en un ambiente que favorezca la puesta en práctica de estas competencias.

En este sentido, resulta relevante señalar que estas capacidades o competencias, “no se enseñan, sino que se aprenden” (Levy-Leboyer, 2000:115), lo que significa que el desarrollo o fortalecimiento de las competencias es fundamentalmente resultado de los procesos de aprendizaje que el individuo es capaz de realizar a partir del aprovechamiento de su propia experiencia. De este modo, es el aprovechamiento de la experiencia lo verdaderamente formativo (Molina, 2006).

2.2 Aproximación metodológica operativa: Diseño Curricular.

A partir de la noción de ‘competencia’ la Escuela se propone generar aprendizajes significativos en torno a ciertos enfoques (conocimientos teóricos), herramientas (conocimientos prácticos) y marcos éticos (valores y actitudes), promoviendo transversalmente –como se señaló previamente- el fortalecimiento de competencias o capacidades básicas o generativas.

De este modo, la propuesta se estructura sobre el desarrollo secuencial de módulos de formación para promover aprendizajes en torno a elementos conceptuales o teóricos -derechos sociales, ciudadanía, asociatividad- así como talleres para la generación de aprendizajes en torno a herramientas y técnicas participativas para el trabajo en redes y desarrollo de planeamientos participativos a nivel territorial, teniendo como enfoque o eje central los derechos y la ciudadanía juvenil.

Asimismo, la propuesta incluye lo que hemos denominado mirador de experiencias como instancias de intercambio entre las y los jóvenes participantes y otros actores relevantes debido a sus temáticas de trabajo, trayectoria, o lógica organizativa (entre otras), vinculados al ejercicio de derechos juveniles.

Lo que compres ayudará a seguir trabajando por la diversidad y los derechos humanos

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